Para las empresas incipientes, la inversión no lo es todo
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Richard Branson
P: Buen día, Richard. Soy un joven estudiante de ingeniería con casi ninguna experiencia práctica como emprendedor. Pienso que tengo un idea grandiosa, un equipo dispuesto y capaz, pero poco dinero para buscar la comercialización de mi novedoso producto. Temo que los inversionistas potenciales no me tomen en serio debido a mi edad (21 años) e inexperiencia. ¿Cómo puedo convencer a inversionistas veteranos de creer en mi equipo e invertir en mi idea?
- Jordan Gruber, Adelaida, Australia.
R: A mis amigos y a mí se nos ocurrió el nombre de "Virgin" un día cuando teníamos 15 años de edad, sentados en un sótano. Yo me inclinaba por el nombre "Slipped Disc" para nuestra nueva empresa de música, pero entonces uno de mis amigos señaló que en cuanto a los negocios "todos somos vírgenes; ¿por qué no le llamamos eso?" En nuestro caso, la inexperiencia resultó ser una enorme ventaja.
Aunque quizá aún no tengas las conexiones correctas o acceso a inversionistas importantes, otras personas sí: empresarios experimentados, en tu sector o en otros, que alguna vez estuvieron en tus zapatos y llegaron a tener éxito. Estas personas son mentores potenciales que pueden ayudarte en tu camino.
Adicionalmente, noté en tu mensaje un énfasis en convencer a "inversionistas veteranos" para que respalden tu idea. La realidad es que muy pocas empresas consiguen este tipo de financiamiento. Una alternativa mejor sería una plataforma de financiamiento colectivo en línea. Sitios web como Indiegogo no solo tienen el potencial de financiar la creación de un prototipo para poner en funcionamiento tu negocio, sino que también resultan en publicidad importante.
Otra opción es buscar un préstamo empresarial pequeño. En el Reino Unido lanzamos Virgin StartUp, un programa que ofrece préstamos de hasta 25.000 libras esterlinas a compañías que tratan de hacer despegar sus ideas. Bien vale la pena que dediques tiempo a buscar iniciativas similares en tu área, y decidas si un préstamo es el paso correcto para ti.
He aquí tres pasos que pueden ayudarte a descubrir qué enfoque es mejor para ti:
1. Evalúa e investiga.
Siempre se honesto contigo mismo sobre tus capacidades, el trabajo que tendrás que dedicar para poner en funcionamiento tu compañía, y la cantidad de dinero que esperas recaudar. Investiga todas las opciones que están disponibles, y evalúa cómo afectarían a tu objetivo final. Pregúntate: ¿Tu meta de financiamiento colectivo es realista? ¿Qué participación accionaria en tu empresa estás dispuesto a ceder a potenciales inversionistas? Y si quieres encontrar un mentor que pueda ayudarte ofreciéndote dirección y orientación, asegúrate de encontrar uno adecuado. Descubre qué hacen, si han orientado a otros antes y en qué sectores están interesados.
2. Ponte en el radar de las personas.
Asiste a eventos de la industria como seminarios y conferencias. Habla con tantas personas como sea posible, y no te lances de inmediato a un discurso de promoción de tu producto. Asegúrate de escuchar y aprender de lo que la gente tiene que decir. El relacionamiento tampoco acaba con el contacto cara a cara; interactúa en las redes sociales, únete a grupos de LinkedIn y mantén vivas las relaciones en línea. Cuando te acerques a los potenciales mentores o inversionistas, o si lanzas una campaña de financiamiento colectivo, tendrás un grado de visibilidad. De hecho, entre más proactivo seas al forjar tu perfil, más probable es que los inversionistas potenciales se sientan lo suficientemente confiados de depositar su confianza en ti; y su dinero en tu compañía. Recuerda que entre más relaciones forjes, mejores las probabilidades de que tu red te ponga en contacto con las personas que puedan ayudar a tu negocio.
3. Mantén la mente abierta.
Recuerda ser flexible. Aunque conseguir inversión quizá no parezca la mejor opción ahora, no descartes ninguna otra opción que se te presente. Por ejemplo, el financiamiento colectivo quizá no tenga el prestigio de una inversión de un emprendedor conocido, pero te conectará directamente con futuros clientes, y tendrás más control sobre el proceso. Mantener la mente abierta es especialmente importante cuando se trata de la orientación. No veas la orientación como una rápida solución a los problemas, y no restes importancia a los consejos. Considera tu conexión con un mentor como una relación de negocios a largo plazo que puede enseñarte lecciones y reducir el potencial de fracaso. Pero también recuerda que, como con cualquier otra cosa, obtendrás de la orientación lo que tú aportes.
Asegurarte de que tu potencial negocio sea un éxito no depende de conseguir una gran inversión. Muchas compañías exitosas -incluida Virgin- empezaron con fondos modestos. En este momento, los inversionistas quizá parezcan ser los porteros entre tú y tu sueño, pero la persona que puede hacer que tu negocio sea un éxito no es un inversionista, ni siquiera un mentor. Eres tú.
¡Buena suerte!